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El hábito de posponer

¿Eres un procrastinador? Conócete y ayúdate. Analizamos a fondo esta tendencia común entre los universitarios. ¿Dejas las cosas “para más tarde”? Entonces, procrastinas. Infórmate cómo enfrentar este mal hábito.

La procrastinación es un patrón de comportamiento caracterizado por aplazar voluntariamente la realización de actividades que deben ser entregadas en un momento establecido. No es un simple ocio. Va más allá de eso. El que procrastina sabe que debe hacer algo (tarea, labor, etc.), se preocupa, pero mentalmente se ponen acciones “importantes” para postergarlo. Esto es un acto humano común, todos alguna vez lo hemos hecho, pero es riesgoso cuando se convierte en hábito.

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La Dra. Lauren Echeandía, psicóloga clínica integral del Ministerio de Defensa, del Ejército y jefa del Área de Psicología del colegio José Joaquin Inclan, explicó de qué manera puede afectar el comportamiento de un procrastinador. “Para nosotros, los psicólogos, la procrastinación es una sensación de ansiedad generada por una actividad pendiente que pueda tener la persona. Otros lo llaman flojera, pereza, pero es una dificultad conductual”, señala.

 

Que la situación que vivimos afecta la salud psicológica de todos. En el caso de los universitarios va a depender mucho de la personalidad. Si eres un chico organizado, que planea sus actividades y metas a corto plazo, no se verá afectado. Se va a adaptar fácilmente. El problema es para quienes no son organizados. Es circunstancial, todos hemos procrastinado alguna vez. El problema es cuando esto se vuelve crónico. Aquí hablamos de una alteración, una conducta evasiva.

 

Además, el nivel de personalidad emocional te genera pensamientos negativos, ansiedad, inseguridad y esto es mal visto por los demás, te tildan de incumplidor. Los universitarios quieren hacer un grupo organizado y responsable. Al flojo, irresponsable o que hace las cosas a última hora, no los toman en cuenta. Con una sola entrevista psicológica se les puede identificar, hay técnicas que los psicólogos usan para ello.

NO CULPES DE TODO A LAS REDES 

Es cierto que, en estos tiempos, las redes sociales se han convertido en imán de atención para los jóvenes. Pero, si uno sabe controlarse, puede usarlas para bien y no para caer en actitudes como la procrastinación. Sobre ello nos habló la especialista en marketing digital, Lucero Ochante Ballena, quien labora para Supermercados Peruanos.

 

Debemos de saber que para que esto se genere como principal problema y se vuelva procrastinación es la poca organización en los horarios. La misma cuarentena ocasionó esto. Las redes están tomando mayor importancia, relevando actividades realmente importantes, como tareas o trabajo. En mi opinión, para cambiar debemos establecer ciertos límites de organización y horarios, para realizar las tareas y para el ocio.

 

Existen otras actividades que generan procrastinación. Hemos vivido en un estado de aislamiento y para no estar aburridos en esos tiempos nos conectábamos a las redes sociales. Los que aprovechan de esto son los universitarios que no controlan su tiempo y pasan el día conectados sin terminar sus obligaciones, pero la culpa es del joven, porque las redes son medios de comunicación que nos permiten establecer relaciones y ayudan con grandes proyectos. Ayuda a profesionales a realizar estrategias, ventas, publicidad. Son de gran utilidad si sabemos cómo utilizarlas.

"EL TIEMPO NO SE RECUPERA"

Ya que trataremos la procrastinación en estudiantes universitarios, quién mejor que una profesora universitaria para contar su experiencia y cómo ha podido lidiar con este hábito. La docente Leslie De los Ríos, además a cargo del Taller de Comunicación Empresarial, indica que en su experiencia, en los últimos años se ve con mayor frecuencia en estudiantes que la causa de sus fallas en estudios es que procrastinan. Principalmente, por el uso errado de la tecnología. Y por la falta de supervisión. También está el miedo al fracaso… son aspectos psicológicos que se pueden y deben tratar”, señala.

Todos alguna vez lo hemos hecho, en mi época escolar lo hice, pero los años te dan experiencia. Si dejas las cosas para el final, el estrés y el tiempo no necesariamente te dejan entregar trabajos de calidad. Lo que no habla bien de la persona. No es tan difícil manejar ese mal hábito, si se dejan claros los trabajos que sumen e interesen. Un ejemplo sería la pandemia: muchas personas entran a la cocina y se dan cuenta que no era difícil. Llevándolo al aula, deben saber el objetivo de una tarea, por qué la desarrollan. Y el aprecio sería la calificación. Procrastinar no es solo pereza, falta de interés, mal uso de la tecnología. Es la suma de condicionadores, mala gestión del tiempo, miedo al fracaso. Cada ser humano, al ser único, tiene diferentes porqués a sus malos hábitos.

ENFRENTÓ EL MAL HÁBITO

“No me daba cuenta que desperdiciaba lo más valioso que tiene una persona: el tiempo”, nos dice Alejandro. La emergencia sanitaria nos obligó a cambiar nuestro estilo de vida y nos adaptamos al uso de plataformas virtuales. Fue el caso cuando hablamos con Alejandro Valverde Arévalo, 21 años, estudia Ciencias de la Comunicación y conduce el programa web radial “Réplica”. Su lucha contra la procrastinación tuvo como arma algo que lo apasiona: el stand up comedy.

“Todos somos pronosticadores en cierta medida. El problema es cuando no nos deja avanzar. La mejor forma para salir de ese hoyo, desde mi punto de vista, es que apenas tengas la idea de hacer cualquier cosa que se te venga a la mente, no esperes. No pienses que necesitas a alguien más, arranca, hazlo”, nos dice seguro.

reportaje POR: MARÍA BELEN FARFÁN

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