Fácil de entrar, difícil de salir
Durante los últimos años, se ha venido observando un preocupante aumento en el consumo de sustancias ilícitas entre los estudiantes universitarios. Las diferentes exigencias académicas, la presión social y otros factores contribuyen a crear un entorno propicio para el desarrollo de adicciones.
La vida universitaria está rodeada de distintos tipos de amistades de todas las edades, fiestas y experiencias de libertad. En algunos casos, los estudiantes pueden sentirse presionados para experimentar con drogas o participar en actividades de consumo. La búsqueda de aceptación y pertenencia a grupos puede llevar a la adopción de comportamientos de riesgos, además del ritmo acelerado de la vida universitaria y las competencias académicas que se pueden generar por los altos niveles de estrés.
Para muchos de ellos, el consumo de sustancias ilícitas puede parecer una forma de escape o una manera de lidiar con estas presiones. Las sustancias ilícitas más comunes encontrarse en un estudiante universitario son: el alcohol, la marihuana, el cannabis, los estimulantes, donde estos tipos de sustancias pueden llegar a generar la sensación de euforia y aumentar la capacidad de estudio, a corto plazo que tiene los efectos adversos graves tanto para la salud física y mental.
El gran desafío
El depender de sustancias que pueden interferir con el desempeño académico de los estudiantes universitarios lleva a la falta de concentración, la disminución de la motivación y los problemas de memoria son algunos de los efectos que pueden perjudicar su éxito educativo además de problemas de salud que se comienzan a presentar como los trastornos respiratorios y cardiovasculares hasta ansiedad, depresión y trastornos psicóticos es por ello que se debe tratar inmediatamente para evitar el desarrollo de adicciones de las cuales no puedes salir, será crítico después teniendo que interceder un profesional.
La mayoría de los estudiantes que llegan a consumir sustancias ilícitas es por la presión del grupo o conocidos dentro de su entorno, si no lo saben controlar lamentablemente caen en la adicción, en la mayoría de casos son universitarios con muchos problemas ya sea en casa o personales pero sobre todo con la autoestima baja.
Soluciones y prevención
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Educación y concientización: Es esencial proporcionar a los universitarios información precisa y basada en evidencia sobre los efectos y los riesgos asociados con el consumo de sustancias ilícitas. Los programas de prevención deben incluir charlas, talleres y campañas de sensibilización para fomentar decisiones saludables.
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Apoyo y recursos: Las universidades deben contar con servicios de asesoramiento y apoyo que estén disponibles para los estudiantes que enfrentan problemas relacionados con el consumo de sustancias. La creación de entornos seguros y libres de estigma puede fomentar la búsqueda de ayuda.
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Fomento de actividades alternativas: Es fundamental promover actividades extracurriculares saludables y recreativas que brindan a los estudiantes alternativas al consumo de sustancias. Deportes, arte, música y otras formas de expresión pueden servir como vías de escape positivas y fortalecer su bienestar general.
Es responsabilidad de las instituciones educativas, los gobiernos y la sociedad en general unirse para abordar esta problemática. A través de la educación, el apoyo y la creación de entornos saludables, es posible prevenir y tratar las adicciones, permitiendo a los universitarios alcanzar su máximo potencial académico y personal.