PILAR EMOCIONAL
El inicio de la etapa universitaria trae consigo emociones desconocidas y difíciles de manejar.
Ingresar a la universidad es el primer paso, en la vida de muchos, para lograr sus sueños en el ámbito profesional. Sin embargo, esto va acompañado de momentos de alta tensión. La presión por entregar un trabajo a tiempo o el miedo a desaprobar un curso es una constante que aterroriza a los estudiantes. Por ello, la inteligencia emocional se presenta cómo el camino a seguir si se desea concluir esta etapa de forma saludable.
Principalmente, esta capacidad se debe desarrollar más en los momentos cumbres del ciclo. Por ejemplo, en las evaluaciones parciales. La incertidumbre de saber si el proyecto está siendo bien desarrollado, el pánico a exponer o la inquietud por conocer la nota genera, en los alumnos, comportamientos perjudiciales a su salud mental o hasta física. Estos escenarios suelen ser el punto de inicio de los desbalances alimenticios, el consumo de estupefacientes o las migrañas.
Detección de trastornos psicológicos
El más común es la depresión. En algunos casos, llegando a tener conductas suicidas, partiendo del pensamiento hasta la consumación del acto. Por ello, es crucial tomar cartas en el asunto desde el primer instante en que el estudiante se ve sometido a situaciones de alta angustia.
Para conocer los indicadores que ayudarán a la detección de un estudiante con problemas en su salud mental, la psicóloga Ana Castillo, especializada en clínica, revela que “si un adolescente tiene estas características de no poder interactuar con sus compañeros, de que se
está aislando o falta mucho a clases, no participa en clases, no está siendo parte, por ejemplo, de los grupos o le cuesta hacerlo, eso es un indicador”.
Ana Castillo, psicóloga clínica
Acciones para evitar el colapso mental
El cambio del colegio a la Universidad es demasiado grande, y esto incluye también a la forma en cómo los estudiantes estaban acostumbrados a dividir su tiempo de estudio con el de ocio. La gran mayoría ni siquiera posee un horario. Y en otros casos, se originan por traumas escolares o familiares.
Por eso, este medio recomienda tomar las siguientes medidas:
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Aceptación de los sentimientos: El primer paso para encaminar bien todo el proceso universitario es admitir que el usuario posee un problema. Esto lo puede conseguir mediante una meditación o reflexión personal. Y en caso de no lograrlo, puede requerir de una cita con un profesional de psicología.
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Crear un horario y espacio de estudio: La razón por la cuál los alumnos se estresan por los exámenes, los trabajos inconclusos o el olvido de los conocimientos en plena exposición se debe a que no se está estudiando de forma correcta. Los alumnos cometen el constante error de estudiar con poco tiempo de anticipación o de hacerlo en áreas con muchos distractores. Sean celular, tablet, televisión o los videojuegos. Por ello, se recomienda crear un horario de estudio donde, tanto el espacio de estudio cómo de relajación, se vean beneficiados de forma equitativa. Evitando el estrés o la procrastinación. Así cómo elegir bien el ambiente de estudio para entender, analizar y comprender bien los conceptos.
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Hacer ejercicio: la práctica de un deporte es base para liberar las tensiones, así cómo también resulta ser beneficioso para un mejor análisis en las lecturas. Además, hace que el cuerpo libere endorfinas que harán sentir mejor al usuario, dándole una sensación de revitalización.
Reportaje por: Alejandro Egoavil