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Estudiar con peligro
Robos a mano armada o en moto se han vuelto los principales métodos de los criminales para alarmar a los universitarios.
Al pasar varias horas dentro de sus centros de estudio, los alumnos suelen llevar aparatos tecnológicos como tablets o laptops para avanzar sus trabajaos o realizar apuntes, a esto agregándole sus celulares y medios de movilidad en algunos casos.
Este conjunto de factores convierte a los estudiantes universitarios en un blanco efectivo para los actos delictivos que asechan Lima, no solo quitándoles sus pertenencias, sino la confianza al salir de sus clases.
¿El horario afecta?
Los horarios de estudio son divididos, hay personas que por cuestiones laborales deciden estudiar o bien en la tarde o bien en la mañana. Si bien existe la percepción de que la noche es más peligrosa, esto no determina el margen de robos que sufren los universitarios en su horario de salida.
Los criminales aprovechan cualquier descuido de los estudiantes para quitarles sus pertenencias, el descuido más frecuente de los alumnos es el de leer su celular al salir de los campus. Alfredo Gutiérrez, seguridad de puerta en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), afirma que los universitarios suelen salir con sus móviles en la mano y sin mirar para el frente, y cuando salen en grupo suelen quedarse conversando en las veredas cerca a las pistas, donde se exponen a los robos en moto.
Otro factor que impulsa al robo en instituciones educativas, es que las mismas se encuentran regularmente en avenidas de larga prolongación, lo que permite a los criminales motorizados escapar con facilidad y salir del distrito de forma rápida. Ejemplo de esto son la UPC de Jesús María; ubicada en avenida Salaverry, la Universidad San Martín de Porres de Surquillo; ubicada entre Tomás Marsano y República de Panamá y la Pontificia Universidad Católica del Perú; ubicada en avenida Universitaria, San Miguel.
Daño a la confianza
El mayor efecto tras un robo es el de desconfianza para transitar por la zona donde ocurrió el incidente. Esto genera un gran problema al estudiante, ya que, al ser en lugares aledaños a su facultad, produce inseguridad y sobre pensamiento de sentirse en peligro, incluso llevándolos a faltar a sus clases.
Entre los distritos donde los estudiantes son asaltados con mayor crueldad destaca Los Olivos específicamente en la Universidad Científica del Sur sede norte. El alumnado de esta institución sufre constante robos por parte de grupos de hasta cinco delincuentes armados, donde se ha hecho frecuente robar a las 7 de la noche. Sin pudor y sin creer en nadie los asaltantes han llegado a hurtar las pertenencias de los jóvenes en la misma entrada de su centro educativo.
Entrada Universidad Científica del Sur, Lima Norte
Las universidades son conocidas como el segundo hogar de los alumnos debido al tiempo que expenden en estos lugares, pero con ellos de foco para la delincuencia, este concepto puede resultar hasta absurdo. Implementar mayor seguridad, no solo en las entradas sino en las zonas aledañas a los centros educativos, es una medida necesaria de inmediato. No se puede permitir que se siga atentando contra la tranquilidad mental y física que un alumno requiere para desarrollarse óptimamente en su vida educativa.
reportaje POR: André Loyola
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