Inclusión y equidad
La comunidad de personas sordas en Perú espera que el Estado difunda el lenguaje de señas en las escuelas. Solo 4.8% de niños sordomudos reciben educación en nuestro país.
En Perú existen más de 560,730 personas sordas, pero solo 23 intérpretes, según encuesta del 2012. Hay 125.000 niños sordos, de los cuales solo 6000 acceden a la educación. ¿Discriminación? ¿Falta de apoyo del Estado? ¿Indiferencia de los padres? El 2010 fue aprobada la ley N° 29535, que reconoce oficialmente la lengua de señas peruana y precisa que todas las instituciones, públicas como privadas, deben ofrecer a las personas sordas servicios de atención a través de intérpretes, de forma gratuita. A 10 años de su aprobación, la norma aún no ha sido reglamentada, Menos, puesta en práctica. Es necesario incluir, de manera directa o como programas de respaldo, el lenguaje de señas en las escuelas, para darle a los niños sordomudos real educación inclusiva y puedan llegar a una educación superior.
La comunidad de personas sordas y mudas recibe poca atención de la sociedad y el Gobierno. Además, las dificultades que plantea el diagnóstico y tratamiento en salud mental de las personas sordas son más de las que implica otras áreas de la salud debido, principalmente, a los elementos comunicativos implicados. La especialista Saori Morales, quien trabajó el tema. “Según estudios, Perú tiene gran cantidad de personas sordas con trastornos emocionales y/o de conducta. Entre el 40% y el 50% de niños y jóvenes son sordos. Es significativo, si se considera que estos trastornos se encuentran, como máximo, en 25% de la población general de niños y jóvenes. Es un tema directamente ligado a la discriminación, la no existencia de un servicio inclusivo, esto genera un retraso en la educacion en el perú, al no recibir una educacion de calidad en los colegios ¿Qué podemos esperar de las universidades?. En el país existen pocos profesionales de la salud mental e intérpretes de señas oficiales, otra gran dificultad es que el lenguaje de señas aprendido suele ser básico y sin amplitud para abarcar temas como la salud, leyes, derechos, etc.”.
¿Cuál es la prevalencia de estos trastornos?
Los trastornos que más se suelen ver en personas con discapacidad auditiva son depresión y ansiedad, más ansiedad Social, miedo e incomodidad de que las personas no los van a entender. Y que ni intentan hacerlo. Ellos no son diferentes, solo tienen una situación distinta. Y les afectan otras razones, como sobreprotección parental, carencias en el vínculo padres-hijo/a, dificultades en los ambientes educativos y laborales, errores de diagnóstico y/o asistencia especializada.
El Estado debe actuar, Jessica Quispe Resurrección, directora general del colegio privado Generación XXI, tiene experiencia con niños fronterizos y con Síndrome de Down. Sabe lo importante que es la educación inclusiva. La docente señala: “Acá no hay instituciones especializadas en educación inclusiva, esto conlleva a que muchos opten por otros caminos, sea un centro especializado o resignarse a la baja expectativa familiar, desarrollar labores domésticas o aislarse en casa. También, es frustrante para niños y padres llegar al colegio y encontrarse con que no hay intérprete (docente capacitado). Y existen instituciones en las que no permiten la inclusión”.
Según la ley que regula el derecho de las personas con discapacidad y el currículo nacional de educación, todas las personas tienen derecho de acceder a una educación, sea en centros de educación básica regular o de educación básica especial. Es competencia del Estado (a través del Ministerio de Educación) brindar las posibilidades, capacitaciones y herramientas, tanto a alumnos como docentes, para que este subsector de la población con discapacidad no sea abandonado. Roguemos que el estado tome cuenta de esto y comience a tomarle importancia al asunto para así mejorar la educación y los niños y jóvenes en un futuro puedan optar por una educación superior sin ataduras.